Kenia

A petición de Laceti (la envidia la trae mal ] ; D ) me he decidido a escribir algo sobre este país (Escribir sobre cosas o lugares no es que se me dé muy bien, prefiero escribir sobre las personas, pero bueno...)

Esta foto que veis es, aunque parezca increible, Nairobi. Es un pedazo de ciudad, no vayais a pensar que se acaba en lo que se ve en la foto. Hay una burrada de edificios. Y, aunque parezca increible, a menos de 20 kilómetros del extra radio ya empiezas a encontrar animales que pondrían los pelos de punta tenerlos a 1.000 kilómetros.

Todo el mundo habla inglés si te diriges a ellos (pero cuando hablan entre si le dan al suahili, que suena igual que si intentas hablar al mismo tiempo que bebes agua).
La gente es muy culta. Tendemos a pensar que estos pueblos africanos viven en la edad de piedra, pero no es así. Hay universidades repletas de gente joven y no tan joven, todo el mundo habla como mí­nimo tres idiomas y tienen ADSL (Que ellos llaman de otra forma), y la mayoría vive a saltos entre sus pueblos en el interior y la ciudad. Vamos, como en España tener una casa en el campo, sólo que ellos la plantan donde les da la gana).
La gran mayorí­a son cristianos, pero existe una gran tolerancia a que seas lo que quieras, hay mezquitas y muchos siguen practicando religiones que ya existían en el Africa negra cuando Jesús se lió a dar galletas en el templo de Jerusalén.
Las étnias están muy mezcladas, y eso es bueno, creo que de ahí viene lo tolerantes y hermosos que son. Hay bantues, nilocamáticos, sudaneses, kushitas, aunque los más numerosos son los kikuyus y luos (Hay más, sólo he puesto estas para ir abriendo boca. La baluya, la kamba, la meru, la kissi y la embu. Y por supuesto minorías que ya son como de la familia por aquí, como la hindú y la árabe).
Creo que ya os lo he dicho, pero lo voy a repetir, todo huele maravillosamente. Es como si se hubieran dedicado a poner ambientadores por todas partes. Incluso la tierra huele a gloria bendita.
Todo el mundo está siempre riéndose. Parece que siempre llevan un chiste en el alma que los obligara a estar de buen humor todo el tiempo.
Beben una porquería que vale al cambio, el litro, unos 10 céntimos de Euro, y con un litro ya puedes ir rezando para llegar a tu casa sin caer redondo por alguna esquina, es muy fuerte e intragable y además, es peligroso echarse un trago de esa porquería porque a veces se pasan en los potingues que le ponen y termina todo el mundo en el hospital, hay gente que la palma y otros se quedan ciegos (y digo ciegos de verdad, es decir, se ponen ciegos a beber esa porquería y luego se quedan ciegos de bastón).
He de aclarar que no fue bebiendo ese brebaje como me rompí­ la pierna. En mi descargo diré que fue cruzando la calle (¡¡¡Conducen como locos!!!). Y el seguro del atropellador me paga el hospital, la rehabilitación y, además, el doble de mi estancia en mi hotel y los gastos. Como comprendereis, no pienso irme de aquí hasta septiembre, es decir, hasta que la pierna esté como un piano, me haya visto el país de cabo a rabo y haya conocido a algunas de estas veldades en sus recovecos más íntimos (A propósito, por estos lares el sexo es bastante libre, es decir, se vive de otra manera. Eso sí, se regalan condones hasta en las iglesias... que diferencia de curia, dios, que diferencia...).
No voy a terminar esta descripción del paí­s sin hablar de las mujeres keniatas ] ; D
Son altas y esbeltas, con ese pelo sedoso que parece más un pañuelo que otra cosa. A todas les brillan los ojos de una forma que difícilmente se puede ver en otros sitios, en parte porque siempre se están riendo y en parte porque tienen los ojos color caramelo más bonitos que he visto jamás (también hay mucha gente que los tiene verdes, aunque ellos llaman a ese color pardo, no sé muy bien porqué).

Y os dejo que vienen a pasarme la esponjita...

8X